Natalia Lafourcade + Orquesta Filarmónica + Costa Rica + México = Magia a una voz

by Super User

El ir a un concierto entre semana a veces no llama mucho la atención, pero cuando se confabula que cae en un día feriado no hay mucha escusa y aún más con lo que se encontrarán y verán en esas horas.

En Parque Viva, el viento no fue tan fuerte, mas había que ir prevenidos con algún abrigo o bufanda. El escenario listo, esperando paciente a que los músicos estuvieran ahí y las personas lo vieran vestido de luces e instrumentos. 

La música que suena al principio es nacional, el grupo nacional Entre líneas abre la noche con sus notas e imágenes vivas que el público disfruta ya sea desde sus lugares o los que aún van ingresando buscando con la luz de los acomodadores su asiento. Algunas de sus interpretaciones van desde "Superficial", "Noches Buenas", "Malenamorado" hasta "Nadie sabe bailar" que coreaban en el lugar. Al finalizar su presentación, las luces desaparecen y la ansiedad de que el tiempo pase rápido para escuchar la combinación musical que nos trajo un miércoles en la noche: la Orquesta Filarmónica de Costa Rica y Natalia Lafourcade.

La espera se va acortando al ver ingresar a los miembros de la Orquesta Filarmónica tomando sus puestos; cuerdas, vientos, percusiones, coro, batuta; se apaga la luz y los gritos de alegría aparecen, los aplausos como dando la bienvenida a quien se esperaba con ansias; los instrumentos van cobrando vida con una suave melodía y Natalia sale con una sonrisa que irradiaba luz y le acompañó durante todo el concierto.

Las musas se presentan

Sus canciones, las de las musas, de quienes admira, se mezclaron durante la noche dejando a varios sin aliento ante su voz suave y fuerte a la vez; una voz que tenía alma interpretando "Vámonos negrito", "Tú me acostumbraste", "Hasta la raíz", "Lo que construimos", "Ya no te puedo querer" hizo que todo el anfiteatro coreara a una sola voz haciéndolas suyas. 

La canción "Alma mía" tenía alma en la cuerdas por la bella interpretación de guitarras de los músicos nacionales Aarón Retana y Carlos Delgado; unidos a Natalia, fue de las más aplaudidas.

"Rocío de todos los campos" fue de las más sentidas por la intérprete ya que fue para una querida amiga, que amaba las libélulas y las mariposas. 

Continúa la noche con "¿Qué he sacado con quererte?", "¿Para qué sufrir?", en "Recuérdame" algunos tenían una lágrima asomada por recordar esa bella película y su sentir.

"Derecho de nacimiento", "Mexicana hermosa", "Palomas blancas",  siguieron en la lista de lo que sería uno de los mejores conciertos que da el 2018 a los costarricenses. Para algunos que somos jóvenes de espíritu, Natalia nos hace recordar de cuando ella fue adolescente y no se hace esperar con las canciones "En el 2000" y "Un pato" que hace un flash a más de uno de cuando fue que escucharon esas canciones; entrando al colegio, que vio el video por un canal musical, en la casa de fulana, que querían el traje de pato.

La música agarra más color y energía en sus últimas interpretaciones con "Ya no vivo por vivir", "Tú si sabes quererme", "Mi tierra veracruzana" y "danza de gardenias" Hubo luz en cada canción, la Orquesta Filarmónica con sus integrantes en cada sección, los coros a cargo de Yunuen Rodríguez, Juan Alberto Díaz y Sharon Abarca dieron en el clavo para expandir más esa luz que había en la sonrisa de Natalia que mantuvo en toda su presentación, creo que ella disfrutó igual o más que nosotros de la noche.

Aquellos que no sabían cómo es enamorarse de la música, lo descubrieron en este concierto y en la voz de Natalia Lafourcade.

Fotos: Irene Castillo
Nota: Julia Alvarado